Un ciclista urbano más

Es frecuente que se justifique el alto coste de una campaña de sensibilización, por ejemplo contra los accidentes de tráfico, con una sola vida salvada: "si hemos salvado una vida, habrá merecido la pena".

Pues bien, aplicando esa "lógica", ya sé cual es el bien que la Expo nos ha traído (no hay mal que por bien no venga): en Zaragoza hay más ciclistas urbanos. Tal vez, con uno sólo "bastaría", pero es que, afortunadamente, hay muchos más. Y que no me digan que es coyuntural, porque todos sabemos que (casi) todos los que lo prueban se quedan enganchados, como advierto en el lado derecho.

Puede que esto sólo sea el natural optimismo que me invade al aproximarse las vacaciones, que además me alejarán de la Expo, y así no me quitará más el sueño. Pero yo creo que no.

Por un lado tenemos el BiZi, nuestro servicio de bicing. Yo, entre estos dos ejemplos, veo una amplia gama de nuevos ciclistas urbanos:



Además, tenemos el hecho contrastado de que un grandísimo número de trabajadores de la Expo van a trabajar en bici. Un modelo popular es la que venden en el Carrefour, con los colores del Zaragoza, rebajada a 59 € (¡viva la segunda división!). La prueba la encontramos a diario alrededor de la puerta de entrada de trabajadores:


Otro considerable número de visitantes hacen lo mismo, adornando mi barrio con imágenes como esta, que ya parecemos casi Holanda:

Claro que, como el hay-untamiento se ha quedado corto con la provisión de aparcabicis, en su ya conocida y comentada pusilanimidad, pues así tenemos cada árbol y cada farola y cada papelera (bienvenidas sean, de todos modos, peor son los CO2ches sobre las aceras):


Ya conocéis mi opinión sobre las ciclobías. No obstante, sostengo que tienen un gran poder de incorporación de nuevos ciclistas, así que todas las que han hecho para quedar bien al (pretender) festejar la sostenibilidad han servido para subir a la bici a más nuevos ciclistas.
De eso estoy seguro, por lo menos de un caso: un amigo y compañero, que recorría en coche unos 10 km muy difíciles de transitar en bici (hasta ahora el coche era, lamentablemente, su mejor alternativa), y ahora ya puede venir pedaleando.

Y eso que el hay-untamiento no se ha esmerado especialmente con el diseño de nuestras aceras-bici:

Si algún lector colecciona chapuzas carrilbicísticas,
le cedo el uso de esta foto, que podría titularse:
"el viaje astral, carril bici saliendo de su cuerpo".


Aunque tampoco lo ha hecho tan mal, para decir la verdad.

Pero vamos, tampoco nos pasemos, que si hay que agradecer lo de las bicis a alguien, yo creo que no es a la Expo. Hay mucha gente empujando desde abajo. Podría nombrar a muchos, pero hoy me despido saludando a dos:
  • Toupeiro, que finalmente ha trascendido el ciclismo deportivo, para regocijo de todos, empezando por él mismo, espero.
  • Mi ciclista urbana más querida:

ACTUALIZACIÓN (21/8): El otro día dimos personalmente la bienvenida a un segundo compañero y amigo que se hace ciclista urbano dejando su coche estrictamente gracias a las nuevas ciclovías que han florecido en Zaragoza, junto con el advenimiento de las bicis plegables. En su caso, afirma que tarda lo mismo en llegar que cuando lo hace corriendo (una media hora)... pero se cansa mucho menos, claro.

Y aquí os enlazo otro artículo más sobre estas cuestiones, que yo creo que es una actualización de otro que ya había leído antes, pero no lo voy a buscar...