De tapas por la Ribera Alta del Ebro

Muchos eran los llamados pero pocos fuimos los escogidos para disfrutar de un gran día de bici por la comarca de la Ribera Alta del Ebro. La excursión reunía varios alicientes:
  • Conocer la CicloRed, que es un concepto de señalización muy interesante para zonas extensas con múltiples recorridos posibles, más flexible que las típicas rutas. Ya comenté cuánto me gustaría que se hiciera algo así en el Sobrarbe, por ejemplo.
  • Combinar bici más tren: a media mañana salimos en media distancia hacia Gallur y al finalizar el día, ya de noche, volvimos desde Casetas en cercanías. De esta forma, la mayor parte de los setenta y tantos kilómetros recorridos fue con viento a favor. Esta combinación de vehículos, tan deseable, no está exenta de emociones en nuestro paleto país. Para reírse, por no llorar, fue que nos obligaran a desmontar las alforjas para pasarlas por los rayos X (pero ni siquiera inspeccionasen las bicis, en cuyos tubos vete a saber todo lo que podríamos haber metido), o que el cercanías disponga sólo de un 10% de espacio accesible para bicis, sillas de ruedas o carritos para niños (a pesar de que éstos ocupan el 90% de la publicidad).
  • Degustar las tapas que protagonizaban la muestra comarcal. De las que probamos, todas buenas, nos quedamos con las del bar "Los Cazadores", en Pradilla, sitio estratégico que nos apuntamos para futuras excursiones por la zona.
Y por supuesto están los alicientes de recorrer el paisaje de campos y riberas, por caminos alternativos al ya muy popular camino natural del Ebro, o GR99, contemplar en la forma de los campos las huellas de antiguos cursos del río, desde el mirador sobre Remolinos, y pedalear con las cambiantes luces del atardecer, con Júpiter en el horizonte, hasta ver salir una enorme luna casi llena, que iluminó el tramo final de nuestro recorrido. Todo un lujo al alcance de las más selectas elites... y de todos los demás, siempre que quieran.

Salvando vidas a 30 km/h

Parece que la medida de rebajar a 30 km/h la velocidad en las ciudades, que aquí tantas veces se ha defendido, va ganando terreno de forma imparable. Ya sólo falta que se note la diferencia. Y hay algo en lo que ojalá que se note: "En 2009, murieron 269 personas arrolladas por coches en la ciudad."

En Zaragoza podría quedar en unas cuantas pintadas en la calzada, si no se toman las medidas oportunas, que pueden ir desde pasos peatonales elevados, a cota de acera, hasta multas, o ambas cosas y que la una pague la otra...

Yo, mientras tanto, me alegro de la decisión que tomé hace más de tres lustros de vivir en un barrio de "supermanzanas", el ACTUR, y poderme desplazar de forma segura y cómoda al trabajo o al cole de los niños o al centro en bici.

Montes de Zuera

Para ir preparando la Sobrarbuelta del año que viene necesitaba una ruta entretenida y saliendo de Zaragoza, para excursiones mañaneras de finde sin otros planes. La que he probado me ha gustado mucho, aunque aún espero perfeccionarla un poco. Consiste en salir de Zaragoza por la carretera vieja de Huesca hasta la ciudad del transporte y ahí coger la Cañada Real de Castejón. Es una vía pecuaria, pero yo siempre he sido ganado (cuando he participado en algo, pero lo importante es participar, ¿no?). Esta pista (asfaltada al principio) es una diagonal sobre un plano infinito. Al final se llega a la carretera de Castejón, que se puede tomar o bien evitarla adentrándose en los pinares de Zuera (esto tengo que explorarlo más). A la altura de un sitio de nombre horrísono (Cagarroz) he cogido la pista de Valdenavarro, en la que hay un pino monumental. Lo malo es que todos los demás se quemaron... Lamento haber llegado tarde a disfrutar de esta zona de pinar desarrollado, que seleccionaban en la guía de la Red Natura 2000. La próxima vez probaré a subir por la Val de Zaragoza, que además creo que conserva algo de calzada romana. Una vez arriba, en el Vértice Esteban, se llanea hasta el Alto de Palomera, el mejor mirador de los montes de Zuera, desde el que los días claros se ve hasta el Pirineo (hoy sólo hasta la Sierra de Guara). Y desde ahí se puede bajar de varias formas a Zaragoza o a Zuera, que es lo que he preferido hoy, aunque tengo que probar alternativas. La razón de mi preferencia era volver por la ribera derecha del Gállego, con lo que el interés y variedad del recorrido aumentan, y también la longitud. Bueno, creo que por la derecha no se puede todo el rato, algún tramo hay que pasarse a la izquierda. El caso es que con las probatinas, algún problema de señalización, y los caminos que no van a ninguna parte, al final los 90 km previstos se han convetido en 115. Y también he llegado tarde... a comer.

Os dejo con el mapa (después de hacer algunas correcciones) y unas fotos (de nuevo sin fotos del descenso, se hace tan corto...)


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Respeto: Otra Sobrarbuelta

Hace tiempo que tenía en la lista de deseos recorrer los valles (casi) despoblados de La Solana en bici. Concretamente, desde hace tres años, cuando, si estoy bien informado, algunos cortafuegos fueron convertidos en pistas para facilitar las tareas de protección de incendios, y las pistas resultantes y algunos caminos recuperados se empezaron a promocionar como "ruta temática", alrededor de la vía pecuaria entre el valle del Ara y el de Vió a través de La Solana. (Dicha vía pecuaria, de hecho, parte de la Torrecilla de Valmadrid, perteneciente al municipio de Zaragoza, así que al tiempo que la siga de un sitio al otro...) Aparte, por supuesto, de las vistas y los bosques, esta zona tiene un interés especial al permitir trasladarnos a un pasado no tan remoto en que los Homo Sapiens teníamos, a la fuerza, un respeto por la naturaleza. Perdido aquel respeto, dejó de merecer la pena tratar de sobrevivir en tan recónditos valles, lo que para mí es un signo inequívoco de la (relativamente) inminente y (prácticamente) inevitable extinción de nuestra especie. A ver, que me voy por las ramas. (Si queréis saber más sobre la despoblación y otros muchos temas, lo podéis leer en mi guía favorita del Sobrarbe, con sugerencias para todos los gustos.)

El caso es que para poder cerrar por el medio la Sobrarbuelta de dos formas distintas (en dos sentidos, lo que permitiría hacer dos "anillos" y plantear Sobrarbueltas en los dos días de un fin de semana, por ejemplo, eso ya lo desarrollaré en una versión actualizada de dicho artículo) me interesaba ver si era ciclable, y agradable, el recorrido de la via pecuaria entre Fanlo y Lavelilla pasando por Burgasé y Giral, o alternativamente entre Fanlo y Asín de Broto pasando por Cajol y Sasé. Bueno, pues por lo que he podido ver es estupendo, y sólo hay que bajarse de la bici durante 3 km en ligero descenso. Algún ciclista osado (o descerebrado) lo haría subido en la bici, casi todo, pero la mayoría agradecemos un corto descanso para la espalda y lo de justo debajo.

Pero en realidad no he completado ninguna de las dos alternativas, porque en el momento de bifurcación opté por la de Asín (error, luego lo comento), pero cuando acababa de pasar Cajol, estando sobre Ginuábel, entró en funcionamiento uno de mis mecanismos de seguridad, que me hizo bajar sin parar hacia la carretera por el camino más corto desde el punto en que me encontraba. Por culpa de la acumulación de errores (sí, sí, ahora voy con ellos), esto no fue suficiente para llegar a casa con luz, por lo que tuve que acabar el día empujando la bici por el arcén (otro mecanismo de seguridad me impide pedalear de noche sin luces... otro error, lo de no llevar unas luces para "porsia").

Por si os es de utilidad a vosotros, y a mí, voy a enumerar a continuación una serie de consejos que conviene recordar cuando uno va a hacer una excursión larga por remotos lugares no del todo conocidos. Se resumen en dos palabras: TEN RESPETO.

Primero. Prepara la ruta, no te confíes. Yo conocía dos de los tres lados del triángulo que quería recorrer, y el otro se suponía que estaba bien señalizado o eran pistas, así que ni me tomé la molestia de sumar kilómetros y desniveles. Tanto es así que me permití el lujo de repetir una vez más la "base" del triángulo (la ribera del Ara entre Fiscal y Jánovas por la margen derecha, que es mucho más bonito pero también más largo y lento que la carretera) y hasta de aproximarme en bici desde Broto (lo que es más elegante, incluso más rápido a la ida que cargar la bici, conducir, y descargar, pero se paga a la vuelta). Con todos estos extras, pensé, a lo peor llegaré un poco más tarde a comer...Vamos, que iba en plan excursión mañanera larga, y entre unas cosas y otras acabé haciendo 130 km y 2400 m de ascenso acumulado en unas 9 horas pedaleando, sin haberme mentalizado para ello. A una vuelta al Sobrarbe en bici de carretera la llaman "la revientachulos". Pues de ese caldo yo también tuve tazón y medio.

Segundo. No te fíes de tu memoria o de tu intuición, y si vas conmigo fíate aún menos de las mías. Como la parte que no conocía iba a estar señalizada, y llevo el GPS, y tenía un croquis de la vía pecuaria, para qué ir con más mapas. De chiste es que después de cruzar el Ara en Jánovas tiré por la carretera hacia la derecha. Debe de ser que me gusta tanto el desfiladero (a partir de ahora despistadero) de Jánovas... Ya casi estaba en Boltaña cuando me dí cuenta del error. Hala, penalización de 13 km. Y lo peor es que la subida por La Solana empezaría más de media hora más tarde de la cuenta... más "solana". Y se me haría demasiado tarde al final del día.

Tercero. Prepara la ruta y no te fíes de tu memoria (¿lo había dicho ya?), llévatela anotada, para eso el GPS va muy bien. Si al final lo vas a hacer, para tenerla guardada, hazlo antes y así lo aprovechas desde ya. Una cuesta arriba por pista bajo la solana parece interminable... cuando no sabes exactamente cuándo y cómo termina. En los recorridos largos no pedalean las piernas, ni siquiera los pulmones y el corazón, pedalea la mente.

Cuarto. Lleva (razonablemente) lo necesario para un apuro. Unos euros te permiten hacer un almuerzo imprevisto, que puede convertirse en un momento delicioso si resulta que el imprevisto te acontece en Fanlo: ve directo al bar "Las Eras", y Pilar proveerá. Unas luces te permitirán acabar el día pedaleando si se te hace de noche. Y por supuesto: cámaras, alguna herramienta, barritas y frutos secos, teléfono, etc.

Quinto. Ten "plan B". No te metas en un sitio del que no sepas por dónde salir a partir de determinadas horas. Es decir, cuando se va haciendo tarde, asegúrate de que sabes en todo momento cuál sería el camino más corto para salir, y pasado un umbral abandona cualquier otro plan y tómalo, sin parar. Esto lo hice bien, menos mal, pero la verdad es que a la hora en que me metí hacia Cajol tenía que haberme sido evidente que llegaría esa hora antes de haber llegado a Asín, ni siquiera a Sasé, lo que me obligaría a salir por donde salí, que era mucho peor opción que haber tirado antes hacia Burgasé y Giral.

Sexto. Salvo catástrofes, sigue el consejo de Monthy Pyton - always look on the bright side of life. Si te extraña que esa pista por la que estás subiendo, la única pista que había (no sabías que ibas a tener que hacer un par de km por un sendero que salía a la derecha...), esa pista, decía, siga subiendo (¿pero no iba a ser ya todo bajada?), y al llegar arriba descubres que estás en el mirador de Comiello, al que no pensabas subir, disfruta de las vistas, y de la conversación con la heroína anónima que lleva ocho años velando por que todo lo que puedes ver no arda. Y sigue tu camino mientras ella se encuentra con un zorro que la visita todos los días, al que echará de menos el año que viene, que irá a vigilar a otro sitio.

Y disfruta de cruzarte un jabato en la pista, de pasar por despoblados temporalmente habitados por pseudo-cromagnones, del canto de los pájaros, del olor del bosque... Como siempre os dejo unas fotos. He añadido alguna de otras veces (están "marcadas" por la inconsistencia meteorológica). De lo que no hay fotos es del placer del descenso por el bosque. Tendréis que cerrar los ojos e imaginar que la brisa acaricia vuestro pelo ondeando al viento (en los sueños no hace falta llevar casco, y uno puede tener el pelo tan largo y lustroso como quiera).


Ver Otra Sobrarbuelta 2010 en un mapa más grande.
En verde lo que quería hacer. En celeste otro recorrido que me interesaba y podía haber escogido. En rojo lo que hice.