(Tengo pendiente escribir sobre por qué escribir, motivado por ausencias temporales de bloggers amigos, reales o amenazadas, y por una reciente columna de Julio Ordovás que me gustó especialmente.)
A mí los hippies, y versiones más modernas de la misma conciencia, me parecen estupendos, y en muchísimos casos, detrás del empuje persistente en favor de la bici, están muchos de ellos. Aunque no lo reclamen ni lo busquen, esos idealistas sí merecen el agradecimiento de todos, incluso de las viejecitas que les increpan y que a la vez disfrutan de calles más tranquilas.
Pero es cierto que la bici pasará (ya está pasando, o ya ha pasado) a ser cosa de "gente corriente", y más vale, claro. Por lo tanto, sin renunciar a nosotros mismos, creo que debemos dar la imagen más integradora y más "invitadora" de que seamos capaces.
En la tele local, precisamente, sacaron el otro día un mini-reportaje sobre la bici en Zaragoza, y me sorprendió bastante, tanto el ya comentado interés que los medios están mostrando últimamente (a consecuencia de los hechos de incremento sustancial y evidente del número de bicis en las calles, todo hay que decirlo), como el enfoque que le dieron.
Parece ser que tenían la intención de transmitir que era muy difícil o imposible moverse en bici por el centro, o que era cosa de gente excepcional. Pero por lo visto el hombrecillo al que entrevistaban, que tiene unas pintas bastante corrientes, se empeño en que lo hicieran pedaleando continuamente por la calzada en el centro. Ciertamente sólo echo de menos que destacase más lo bien que ya se puede pedalear por las calles estrechas, donde tenemos preferencia de hecho, y nos la van a reconocer explícitamente en la nueva ordenanza, o que se quejase de que las estaciones de BiZi de alquiler mostradas en el reportaje estuviesen en medio de aceras concurridas, o que al explicar que en bici llegas antes a los sitios no argumentase el asunto del tiempo no-perdido para aparcar, o, sobre todo, que aparte de demostrarlo con el ejemplo dijese lo importante que es para la seguridad ocupar el centro del carril... Aunque tal vez sí lo dijo, pero no todo sale en el vídeo, no sé. Aquí os lo pongo (son sólo los primeros cuatro minutos, el resto son otros reportajes):
Y sigo explorando otras facetas del concepto "gente corriente". Ayer mi mejor amiga ciclista (la mejor ciclista entre mis amigas, mi mejor amiga entre las ciclistas) nos invitó a una cenica entrañable. ¿Cómo? Pues recorriendo unos 50 km en bici (el ya narrado ascenso al fondo del mar), por la tarde y noche, y luego sacando de sus alforjas modelo "Mary Poppins" unos tuppers con empanada y ensalada de tomate, una botella de buen vino, con fresas y una crema de orujo para terminar. Dimos buena cuenta de todo, en el parque de Cuarte, y regresamos. A mí esta forma de celebrar un cumpleaños no me parece nada corriente, de hecho creo que era la primera vez que hacía una excursión en bici de noche, o que cenaba de tupper en un parque. Pero, si digo la verdad, creo que si hay algún problema con que no sea corriente, lo tienen los demás por perdérselo, ya que hacer cosas así está al alcance de cualquiera, hace falta poco más que estar vivo.
Pero es cierto que la bici pasará (ya está pasando, o ya ha pasado) a ser cosa de "gente corriente", y más vale, claro. Por lo tanto, sin renunciar a nosotros mismos, creo que debemos dar la imagen más integradora y más "invitadora" de que seamos capaces.
En la tele local, precisamente, sacaron el otro día un mini-reportaje sobre la bici en Zaragoza, y me sorprendió bastante, tanto el ya comentado interés que los medios están mostrando últimamente (a consecuencia de los hechos de incremento sustancial y evidente del número de bicis en las calles, todo hay que decirlo), como el enfoque que le dieron.
Parece ser que tenían la intención de transmitir que era muy difícil o imposible moverse en bici por el centro, o que era cosa de gente excepcional. Pero por lo visto el hombrecillo al que entrevistaban, que tiene unas pintas bastante corrientes, se empeño en que lo hicieran pedaleando continuamente por la calzada en el centro. Ciertamente sólo echo de menos que destacase más lo bien que ya se puede pedalear por las calles estrechas, donde tenemos preferencia de hecho, y nos la van a reconocer explícitamente en la nueva ordenanza, o que se quejase de que las estaciones de BiZi de alquiler mostradas en el reportaje estuviesen en medio de aceras concurridas, o que al explicar que en bici llegas antes a los sitios no argumentase el asunto del tiempo no-perdido para aparcar, o, sobre todo, que aparte de demostrarlo con el ejemplo dijese lo importante que es para la seguridad ocupar el centro del carril... Aunque tal vez sí lo dijo, pero no todo sale en el vídeo, no sé. Aquí os lo pongo (son sólo los primeros cuatro minutos, el resto son otros reportajes):
Y sigo explorando otras facetas del concepto "gente corriente". Ayer mi mejor amiga ciclista (la mejor ciclista entre mis amigas, mi mejor amiga entre las ciclistas) nos invitó a una cenica entrañable. ¿Cómo? Pues recorriendo unos 50 km en bici (el ya narrado ascenso al fondo del mar), por la tarde y noche, y luego sacando de sus alforjas modelo "Mary Poppins" unos tuppers con empanada y ensalada de tomate, una botella de buen vino, con fresas y una crema de orujo para terminar. Dimos buena cuenta de todo, en el parque de Cuarte, y regresamos. A mí esta forma de celebrar un cumpleaños no me parece nada corriente, de hecho creo que era la primera vez que hacía una excursión en bici de noche, o que cenaba de tupper en un parque. Pero, si digo la verdad, creo que si hay algún problema con que no sea corriente, lo tienen los demás por perdérselo, ya que hacer cosas así está al alcance de cualquiera, hace falta poco más que estar vivo.
Con un poco de azúcar..;P Un placer invitar a cenar a hombrecillos con superpoderes bicicleteros que con sus pequeños detalles me hacen sonreir más de lo que imaginan (además de parecer las caídas a su vera menos dolorosas de lo que aparentan mis rodillas moradas jiji)
ResponderEliminarA los bicicleteros no os hacen control de alcoholemia? Lo digo porque volveríais finos de la merendola de Cuarte.
ResponderEliminarOh, sí, por supuesto. Pero no te preocupes, íbamos perfectamente serenos, un poco de vino y un licor suave en una cena abundante no te sube demasiado la tasa de alcoholemia, máxime si el nivel de ejercicio te lo hace quemar rápidamente (aunque confieso que no lo medí). De hecho, después de una cena o fiesta, la bici te sienta fenomenal, es como dar un paseo para estirar las piernas y bajar la comida después de un banquete... pero corregido y aumentado.
ResponderEliminarEso de que una copa despues de una comida bien regada sienta divinamente es lo que decían los borrachuzos,que aumentaba los reflejos y eso.
ResponderEliminarPero la realidad es tozuda y a lo mejor al guardia no le hace gracia ver un desfile de ciclistas yendo de un lado a otro de la calzada y cantando asturias patria querida.
tened cuidado con el alcohol, que luego aceleras sin darte cuenta y vienen los accidentes, por no respetar el limite de velocidad. Ojo.
Hola de nuevo. De veras que te agradezco el comentario. Pero no te confundas. Conozco los efectos del alcohol sobre los borrachuzos que se toman una copa (o varias) después de una comilona y dicen lo de los reflejos... Afortunadamente, una vez que me crucé con uno en la carretera, el conductor de mi coche, que no había bebido nada, tuvo los reflejos, y la sangre fría, de aguantar en su carril hasta el momento definitivo y en el último instante pasarse al contrario para no colisionar de frente con uno de ellos que iba haciendo eses a 100 km/h hacia nosotros en un X5 (más de 2000 kg).
ResponderEliminarTe repito que el otro día, tras la cena y la sobremesa de charla, íbamos perfectamente serenos, no haciendo eses, ni cantando nada.
Y, en cualquier caso, ya que lo mencionas, en la bici no es posible "acelarar sin darse cuenta" y "no respetar el límite de velocidad", y mucho menos ponerse a 100 km/h con sólo bajar un poquito la pezuña, y convertirse en 800 KJ de energía cinética descontrolados, que es donde está el verdadero problema de la cuestión: los borrachos en coche matan, realmente (en bici no conozco ni un caso). Otra ventaja (más) de la bici.