Un amigo y compañero me ha recordado hoy, al felicitarme el cumpleaños, que el domingo es el de otro amigo y compañero, al que ya me refería en el
primer post de este curso. Precisamente fue éste quien me envió las fotos de Münster que quería comentar, así que aprovecho la ocasión para ponerlas de una vez.
La pregunta es:
¿los atascos tienen algún culpable?Hasta ahora, las respuestas parecían estar bien claras:
- Los autobuses, que al parar interrumpen el tráfico.
- Las bicicletas, que van tan despacio.
- Los peatones, que no hacen más que cruzar de un lado a otro, incluso algunos se creen con derecho a hacerlo en lugares sin semáforos, ¡como si unas rayas en el suelo significasen algo!
- Los límites absurdos de velocidad, que hay quien propone incluso rebajar de 50 km/h a 30, alegando entre otras cosas que con eso prácticamente se eliminarían las muertes por atropello, pero que seguro que es para cobrar más multas y generar más atascos al ir los coches tan lentos, cuando todos sabemos que no hay problema por ir a 60, 80, ó 135.
- La ausencia de mayores y mejores infraestructuras, metros soterrados, avenidas de dimensiones amazónicas, túneles, etc.
Todos lo tenemos claro. ¿Todos? Pues parece que hay un grupito, creciente, de irreductibles ciudadanos que piensa que la culpa (de los atascos y de otros cuantos males urbanos) la tiene la relativa abundancia de coches, mayoritariamente ocupados por una sola persona, y que parecen más de lo que realmente son.
Cantidad de espacio requerido para transportar a la misma cantidad de gente en coche, autobús o bicicleta. Ayuntamiento de Münster, Alemania.Un autobusero decía, desde la "experiencia" que le daba pasar todo el día en las calles, que "todo el mundo va en coche".
Le respondí que mirase por el retrovisor de su bus articulado repleto de gente, y seguramente vería a tantas personas como las que había en todos los coches que alcanzaba a ver. (Cara de incredulidad.)
Que imaginase que no estuviesen esos coches. (Gesto de extrañeza.)
Y que por cada autobús hubiese cuatro o seis, bien gestionados. (Frotamiento de manos.)
La calle estaría prácticamente vacía y toda la gente iría cómodamente sentada, llegaría a tiempo a su destino, contaminando menos, consumiendo menos, con menos accidentes. (Suspiro anhelante.)
Bueno, vacía no, porque habría también más peatones y patinadores y bicicletas en el espacio recuperado para las personas. Personas que lo están esperando, pacientemente. Personas que ya se están echando tímidamente a la calle, y que no dejarán de aumentar, porque ahora es raro el caso del que habiendo probado la bici la deja. Ha pasado el invierno, durante el que no han desaparecido las bicis del pasado otoño particularmente benigno, y la recién llegada primavera está trayendo todavía más. Pedalear es muy adicitivo. Más que el fumar, porque en vez de oler peor y tener más tos, cada día estás mejor, más sano, más en forma, en mejor armonía contigo y con tu mundo.
¿Nos levarán nuestros gobernantes por este camino algún día? ¿Les vamos a esperar?
Más nos vale esperar sentados... en nuestras bicis.
When people lead, the leaders will follow.