Hoy las bicis nos han llevado hasta una zona con mucha "solera campestre" de los alredores de Zaragoza: el vedado de Peñaflor. ¡Qué tiempos aquellos en los que uno disfrutaba de sus vacaciones y fines de semana sin necesidad de recorrer cientos o miles de kilómetros! Aunque "aquellos tiempos" tendrán que volver, antes o después, si no ved esto.
La excursión la organizaba el CAU, y como era muy ligera nos hemos acercado hasta allí también en bici, ahorrando algo de tiempo y pasando por algunos sitios interesantes como (el entorno de) la Cartuja de Aula Dei (lugar donde creo que hay unos lunáticos encerrados), que es también parte de las rutas de Goya:
o los escarpes del Gállego (nosequé del Cuervo, creo, como guía turístico ya véis que no tengo precio, vamos, que ni regalao):
Peñaflor es un barrio rural que conserva casi toda su ruralidad, no como Montañana, más cerca de Zaragoza, donde no estaría de más que la seguridad social subvencionase la operación para extriparse el olfato...
La ruralidad aragonesa es algo minimalista (¿No tienes nada? ¿Eres pobre? No, yo soy... minimalista - que diría Riki López), pero es lo que es, y tiene su encanto y su sentido. Menos mal que es muy extensa, si no acabaríamos hormigonándola a base de expos y ferias de hortericultura.
Lo que es la ruta, transcurría por una zona de estepa (límite de los Monegros) con algunos pinares, en general llana, aunque con algún repecho que nos permitía elevarnos con respecto al entorno y contemplarlo.
Como podía echarse a llover (al final ha chispeado) he probado otra prenda élfica: un cubrepantalones impermeable pero transpirable (150 g), fantástico porque resulta que por el "efecto capas" abriga bastante las piernas, que es la (¿única?) forma de no tener frío en los pies.
Para despedirme, quería contar que el otro día intentaron robar la bici de mi hija, con el resultado de que le fastidiaron el candado y no se podía abrir. Tras algunas peripecias que obviaré, cortaron la sirga los bomberos (no reconocí a ninguno del calendario, pero es que iban muy vestidos). La policía local, que fue quien llamó a los bomberos, me dió a entender, confirmando mis sospechas, que lo que tenía que haber hecho es "robarme a mí mismo la bici" en lugar de llamarles (¡qué fastidio!). No me supieron contestar cuando les pregunté qué hubieran hecho de haberme visto forcejeando con la sirga (no tengo una cizalla, ni otras herramientas, del tamaño de las de los bomberos...)
Pedazo excursión la de Peñaflor, esque realmente hay zonas bonitas y tan cerquita de Zaragoza. Va a ser verdad el efecto adictivo de la bici, cada vez engancha más...
ResponderEliminarConozco muy bien ese terreno, frecuentemente el trabaj me lleva a sus proximidades y decríoíbamos allí al Gállego, un Gállego aun con peces, a unos parajes donde un año sí y otro también había accidentes (algunas veces con ahogados)
ResponderEliminarDel carácter lunático de los cistercienses yo no pondría lamano en el fuego. Mi vida nada tiene que ver con la suya (orgulloso padre de familia numerosa, na menos), pero ellos tienen sus propias compensaciones (y que nadie se sonría con picardía porque no va por ahí)
pues desde guadalajara méxico siguiendo tu blog, felicidades te dejamos nuestros sitios
ResponderEliminarhttp://www.congresociclista.org/congreso.html
http://bici10.blogspot.com
http://gdlenbici.org
salu2
refugio ruiz
Bienvenidos todos por aquí.
ResponderEliminarEstela: lo cierto es que esta no es de las zonas más agraciadas de nuestros alrededores, y aún así da gusto recorrerla en bici. Y claro que es verdad el efecto adictivo, ve usando tu bici a diario y ya verás como luego no podrás moverte de otra forma.
Amigoplantas: saludos de otro padre numeroso... Muy bonitas las "imágenes cristalizadas". En cuanto a lo del Ebro, mirando desde el aire (con Google Earth) o pedalenado de una estepa a la otra, salta a la vista que el cauce de este río tiene decenas de kilómetros de anchura. El proceso natural es su colmatación y cambio de curso, dejando galachos que se secan, etc. Gracias a eso tenemos un terreno fértil en medio de un terreno estepario que fue el fondo de un mar de interior. Ahora el Ebro está "domado" (¿hasta que nos extingamos?) pero eso no impide que de vez en cuando clame por sus fueros.
Tapatíos: tan lejos y tan cerca ¿verdad? Miren cómo nos unen las bicis e internet. Me quedo con la frase de Gandhi: Sé el cambio que deseas ver en el mundo.
Apreciamos tu opinión sobre las bicis montaña .
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