Hoy, en El Heraldo, a doble página, sale un reportaje sobre la inminente adecuación para la bici del segundo cinturón de la ciudad, largamente esperada ya que conecta casi todo el centro amplio de la ciudad consolidada por avenidas actualmente muy hostiles para las bicicletas y los peatones. Como acertadamente dice Teresa Vicente, responsable de la oficina de la bicicleta del ayuntamiento, en "La Opinión" del reportaje (versión papel): "Algunos creerán que se resta espacio a los coches: nosotros pensamos que se gana espacio para las personas."
Sigue habiendo algo de incomprensión, y siguen presentes los conflictos peatón-bici-calzada de siempre, pero la evolución reciente del ayuntamiento parece que apunta en un sentido cada vez más positivo. De todos modos, para que quede claro, esto es lo que muchos ciclistas reclamamos:
Que se promocione el uso de la bicicleta mejorando su seguridad, en los trayectos y en los aparcamientos.
Para mejorar la seguridad en los trayectos las soluciones más efectivas son el calmado del tráfico y el respeto del código de circulación por parte de los vehículos motorizados (los ciclistas también nos saltamos algunas normas, sí, pero suele ser para auto-protegernos, y no compremetemos con ello la seguridad o la vida de los demás, ésta me parece una diferencia fundamental). A veces el calmado del tráfico puede venir de la mano de obras de mejora de la ciudad (como las futuras actuaciones en Los Sitios), pero también puede conseguirse de formas mucho más inmediatas y económicas, por ejemplo con señalizaciones horizontales como esta:

Estas obras del segundo cinturón son parte del fondo estatal de empleo. Es una buena forma de salir de la crisis volcar esfuerzos, sobre todo de mano de obra, en mejorar nuestras ciudades. Al final va a ser que "Para salir de la crisis, pedalea", o, como se dice en la esquina superior derecha de esta página: "¿Cómo salir del lío insostenible, e insoportable, en que nos hemos metido? ¡En bicicleta!"
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