En el aniversario del día en que deseé que existiese un cielo al que subir con una escalera me acerqué todo lo que pude, ascendiendo a la cima del Pelupín con mis hijos mayores y unos queridos amigos (a pie, con raquetas, desde el túnel de Cotefablo, pero este verano subiré en bici desde Broto, que ya he visto cómo hacerlo).
Aparte de magníficas vistas de la Sierra Tendeñera y el macizo de Monte Perdido, mirando hacia el sur se veía hasta Zaragoza, concretamente Perico nos señaló la aguda punta de San Caprasio (a la que he subido varias veces, la primera el día en que se anunció el evento más acojonante descojonante desde los reyes católicos - del que no se desdicen porque con unas elecciones a la vuelta de la esquina quedaría feo, y además rectificar es de sabios).
Aquí podéis verlo, aunque será poco más de un pixel un poco a la derecha del centro de la imagen:
El caso es que me entraron ganas de volver, y atendiendo los sabios consejos de Perico combinarlo con un recorrido por todo lo alto de la sierra de Alcubierre, Monte Oscuro incluido, y con la visita al alto del Campillo en el vedado de Peñaflor, pasando por Perdiguera. Y ya puestos, como empieza a ser costumbre, hacerlo pedaleando desde casa. Hoy ha salido un día propicio y me he puesto a la faena a las 9:00, poco después de amanecer, terminando a poco más de las 17:00, con el sol a punto de ponerse. Quizás sea la emoción del momento, pero diría que es la mejor ruta saliendo desde mi hogar zaragozano que he hecho hasta la fecha, tanto por la interesante variedad paisajística como por la tonificante exigencia física que suponen los 115 km y más de 1200 m de ascenso acumulado. Como diría Vélocio: "Después de un largo día en mi bicicleta, me siento fresco, limpio, purificado. Siento que he establecido contacto con mi entorno y que estoy en paz. En días así estoy impregnado de un profundo agradecimiento por mi bicicleta. Incluso si no me divirtiera pedaleando, aún así lo haría por conseguir la paz en mi mente. ¡Qué maravilloso tónico es estar expuesto a luz brillante del sol, a la lluvia, al asfixiante polvo, a las gotas de niebla, al aire rígido, a los vientos que te castigan!"
A continuación incluyo el mapa de la ruta (un pétalo más de la margarita alrededor de Zaragoza que pretendo dibujar) y las fotos (de muy mediocre calidad, lo lamento, llevaba la cámara de juguete y mal ajustada):
Por cierto, desde el Pelupín también se veía el Moncayo... ;)
eso del saxo hay que oirlo :)
ResponderEliminarbuenas pedaladas para el 2011!