Despedida de Tres en Un Burro

Hace unos dos años un amigo me dejó su Brompton para volver a casa una noche de jueves. (Casualmente anteayer me la tuvo que volver a prestar.) Antes de aquello, yo le veía tan relajado y feliz en su bici que le envidiaba (sanamente) mientras pensaba que mientras que tuviese que llevar a los peques al cole yo no podría hacer lo mismo.

El viernes de aquel jueves hace casi dos años le tenía que devolver la bici, así que me dispuse a caminar con ella al lado hasta el cole, y luego ir al trabajo en bici. A los cinco minutos, y ante la perspectiva de andar media hora con la bici al lado, pensé: "¿No nos podríamos subir los tres?". Aquella ocurrencia me cambió bastante la vida, como ya he contado aquí desde el primer momento.

Hoy ha sido seguramente el último día que nos hemos subido los tres a la bici. Hace mucho que no lo hacíamos, pero estaba pendiente poner una foto prometida...

Por una parte me entristece. Como cuando empaqueté la mochila de llevar niños en las excursiones. Son páginas de un libro que sabes que ya no vas a volver a leer. Creo que hoy he estado algo irritable...


Pero, en realidad, si lo pienso bien, me alegra mucho más de lo que me entristece. Uno a uno, mis hijos se bajaron de mi bici en poco tiempo, para subirse en las suyas. El de 12 años pedalea sin manos, con la típica mochila destroza-espaldas-infantiles en la barquilla, como un auténtico bicicletero, y gana en verano carreras a chicos mayores y mucho más grandes que él. La de 8, además de ir en su bici al cole, también puede subir a Guaso desde L'Aínsa, cuando algunas amiguitas suyas apenas han abandonado los rodines. En una de las fotos la véis en la plegable de su madre, que también se apuntó a pedalear a la primera ocasión, y que es quien nos ha hecho las fotos con santa paciencia, siguiendo mis crípticas indicaciones ("sólo tienes que mantener disparado mientras nos sigues con el objetivo, que no nos movamos del cuadro, cuando nos vamos acercando puedes abrir el zoom, bueno mejor eso lo dejamos...").

Y, lentamente, se van añadiendo otro ciclista urbano más, y otro, y otro... con el poder que tiene el ejemplo, el ejemplo de mi amigo, mi ejemplo, el ejemplo de Juan, el de Isa, tu ejemplo.

(Suena una versión para saxo alto de Imagine en mi ordenador.)


4 comentarios:

  1. Felicidades Don Ciclote!!!
    Yo aún tengo pendiente mi modelo bh años 70 con 2 niños.
    Este fin de semana haré fotos y las colgaré de mi blog.
    Suerte tienes tu que el grande ya vaya en bici. A mí, mi Ex-mujer no me deja que los niños lleven bicicleta, así que he hecho este invento.

    ResponderEliminar
  2. tienes que estar orgulloso de ellos, espero que sigais mucho tiempo mas pedaleando...

    estan majisimos los chavales.

    ResponderEliminar
  3. Hola Txetxu! Que tal va esa Juanita? Dudé si poner tu foto aquí, pero prefiero que lo hagas tú mismo, y que cuentes la experiencia. Por cierto, he subido Barnacleta a la sección de Pedaleando por la red.

    Hola Slim. Gracias, ya se lo diré a los chavales que ELLOS están majísimos... ;)

    ResponderEliminar
  4. Gracias Don biciclote :-)
    Este fin de semana vereís la foto. Aparte de aprovechar una vieja bicicleta que estaba destinada al container, ganamos en Salud.Los niños van riendo y sin parar de hablar desde que se montan hasta que llegan al Cole.
    Soy el ídolo de los compañeros del pequeño. Si cobro 1€ por viaje me forro, ya que todos quieren montar en Juanita

    ResponderEliminar